A pesar de los meses de ausencia y nuestra intranquilidad, nuestros vecinos voladores protegidos han logrado resistir en su dormidero. Tras casi un año de "desahucio", este ave paseriforme protegida por las leyes ha reconquistado su hogar y vuelve a convivir en lo que queda de uno de los pocos enclaves "naturalizados" de nuestro municipio (como recordarán, el Antiguo Vivero de Obras Públicas, ahora reducido más de una tercera parte).
Su color negro y silueta los hacen inconfundibles, pero lo que más los caracteriza es su baile en el aire en sus asombrosos bandos de incontables ejemplares. El Estornino Negro (Sturnus unicolor) sólo habita en la Península ibérica y el norte de Marruecos, siendo una especie sedentaria y catalogada como "preocupación menor" por la IUCN.
Que sea sedentaria significa que no migra, como muchas otras aves, y por tanto, tiene un territorio y un hábitat definido y fijo durante todo el año, de ahí nuestra consideración de vecinos.
Su importancia, como muchas otras aves de nuestro entorno, se puede vislumbrar en su función dentro de la cadena trófica: se alimenta de numerosos invertebrados (insectos, principalmente). Por otro lado, hay que resaltar que esta especie al igual que los linces ibéricos, es parte del patrimonio natural de la Península. Sin embargo, muchas entidades públicas menosprecian por desconocimiento o simplemente por las molestias que genera, este factor ecológico tan trascendental. Por cierto, esta ave "molesta" porque sus bandadas son muy numerosas, ruidosas, y ensucian, pero es de igual importancia que el resto, y debemos sentirnos orgullosos de su presencia y de su estado de conservación.
Os dejamos algunos vídeos y fotografías de su comportamiento.
Su color negro y silueta los hacen inconfundibles, pero lo que más los caracteriza es su baile en el aire en sus asombrosos bandos de incontables ejemplares. El Estornino Negro (Sturnus unicolor) sólo habita en la Península ibérica y el norte de Marruecos, siendo una especie sedentaria y catalogada como "preocupación menor" por la IUCN.
Que sea sedentaria significa que no migra, como muchas otras aves, y por tanto, tiene un territorio y un hábitat definido y fijo durante todo el año, de ahí nuestra consideración de vecinos.
Su importancia, como muchas otras aves de nuestro entorno, se puede vislumbrar en su función dentro de la cadena trófica: se alimenta de numerosos invertebrados (insectos, principalmente). Por otro lado, hay que resaltar que esta especie al igual que los linces ibéricos, es parte del patrimonio natural de la Península. Sin embargo, muchas entidades públicas menosprecian por desconocimiento o simplemente por las molestias que genera, este factor ecológico tan trascendental. Por cierto, esta ave "molesta" porque sus bandadas son muy numerosas, ruidosas, y ensucian, pero es de igual importancia que el resto, y debemos sentirnos orgullosos de su presencia y de su estado de conservación.
Os dejamos algunos vídeos y fotografías de su comportamiento.
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