Esta semana la noticia del cese de uso de pesticidas como el glisofato en
los tratamientos fitosanitarios del ayuntamiento es acogida con gran ilusión en
el colectivo de Ameco.
Hace tres años comenzamos con la reivindicación de acciones y no solo
palabras contra los grandes males del siglo XXI: contaminación en sus múltiples
variedades y destrucción de ecosistemas.
Es evidente que muchas veces una va seguida de la otra, y al evitar la
causa atajamos el efecto. Desde hace unos años se va observando el descenso
dramático de la fauna urbana, especialmente las aves; gorriones, murciélagos,
jilgueros,etc.
Esta más que demostrada una relación directa entre las
actividades humanas y el descenso de las mismas: cambios en la fisonomía de las
urbes, tratamientos con pesticidas para construir plagas, y uso de pesticidas a
nivel urbano y peri-urbano. Es este último el que más ha hecho decantar la
situación en contra de las aves urbanas.
Comprendemos que es un gran paso, pues los límites de la urbe son los
comienzos de los campos de cultivo particulares, y ahí se concentra la mayor
tasa de uso de diferentes productos. No obstante, la medida propuesta hace ya
tres años por la Asociación Medioambiental Ameco de la cual se hace ahora motivo de orgullo el consistorio
local es una medida que pretende mirar hacia el futuro con una visión más
esperanzadora.
El uso de pesticidas no puede ser una condición sine que non de
la agricultura o de la salubridad de las ciudades. Hay que apostar por
estrategias más naturales, sostenibles y eficientes a largo plazo, que además
tengan un coste colateral menos trágico.
Esta decisión es una muestra de permeabilidad y sensibilidad de las
instituciones públicas que esperamos que sea en provecho de toda la ciudadanía.
Hoy Andújar es la primera en algo bueno, es la que destaca por una medida en la que podemos estar de enhorabuena la ciudadanía.
Noticias de la fecha de la propuesta:
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