¡Ya llegaron lo Vencejos!
Si te encuentras alguno en el suelo te recomendamos los pasos a seguir para ayudar a estas aves tan espectaculares.
Primeros pasos: Recoger y “diagnosticar” al vencejo.
Coger al vencejo con cuidado pero con firmeza, no dejarle “espacio” para que forcejee en la mano, pues en ese proceso sus plumas se deterioran mucho. ¡No os asustéis! Se aferrará con firmeza a vuestra mano con sus garras; pero en ningún caso os hará ninguna herida ni nada parecido.
Asegurarnos de que lo que hemos encontrado es un vencejo joven (e ileso) y no un adulto lesionado (a veces los adultos se golpean al intentar acceder al nido y caen aturdidos al suelo). La forma de saber si el vencejo que tenemos en la mano puede volar (adulto) o no es simple, colocaremos la mano que sujeta al vencejo a la altura de nuestro rostro en un entorno en el que el ave tenga espacio para volar (espacio amplio, pues puede que le cueste ganar altura), y simplemente abriremos la mano. Un vencejo adulto sano saldrá volando, un adulto lesionado probablemente intentará volar sin éxito, y si es una cría se quedará aferrada a nuestra mano para no caerse. En ningún caso intentaremos que el vencejo vuele lanzándolo hacia arriba o dejándolo caer desde una altura mayor a nuestro rostro.
Si el vencejo presenta alguna lesión de consideración, como un ala fracturada, lo más probable es que deba ser sacrificado, y desde luego va a ser imposible que nosotros podamos ayudarlo, así que estos ejemplares deben ir sí o sí a un centro de recuperación para que evacuen su lesión.
Guardar el vencejo en una caja (una de zapatos con unos orificios en la tapa sirve perfectamente) con un papel absorbente en su interior.
Consulta si hay un Centro de Recuperación al que puedas llevarlo.
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