Hace unos días publicábamos en nuestras redes sociales un fenómeno que no había ocurrido antes en Andújar. Unas mareas negras invadían los tejados de los edificios de algunas calles muy próximas al centro histórico. Nadie recuerda haber visto este comportamiento de dichas oleadas de aves, según los vecinos presentes en la escena. Y es que a pesar de lo cinematográfico de la misma, es algo que en los peores vaticinios se advirtió que podía ocurrir. Hace unos meses advertimos al consistorio local que hay un riesgo intrínseco al alterar un ecosistema naturalizado como era el antiguo vivero de obras públicas. Aunque carente de valor económico y sin ejemplares de árboles cubiertos bajo ninguna legislación que “proteja” su existencia, se trataba de un área que debía ser protegida por dos motivos: uno ecológico y otro por inteligencia. Ecológico porque se trata de un dormidero de aves muy especiales: los estorninos negros. Estas aves tienen protección estatal y europea por su s...